Celia desesperada por los infortunios que la perseguían en
España emigró a Buenos Aires a finales del tercer cuarto del siglo XX. Pronto
conoció a Hugo, un pintor que de ella se enamoró y ante su rechazo por miedo a
que fuera su undécimo amante aniquilado, este le pidió conocer su vida pasada y
ser él quien decidiera si el miedo a la muerte superaba al amor que le
profesaba.
Le habló
de su viudedad en Valencia con tan solo veintiún años, de sus diez amantes
incomprensiblemente asesinados, de su familia republicana de Alustante, un
pueblo del Señorío de Molina de Aragón y de la familia de su difunto marido
procedente de Sierra Menera, que con el hierro de sus minas emigró a la
siderurgia del Puerto de Sagunto antes de la absurda guerra civil española que
sesgaría tantas vidas, entre las que se encuentran las de dos tíos de Celia,
uno muerto en batalla frente a la catedral de Sigüenza y el otro en el asalto
de Teruel por el ejército franquista
Siete años
transcurridos desde el primer al décimo asesinato, todos matados de la misma
manera: de tres navajazos en el corazón y con sus genitales a la intemperie. La
perfección de los asesinatos y las horas en que se produjeron volvieron
inoperantes a las pesquisas policiales, terminando por imputar a Celia y siendo
necesaria la hipnoterapia para resolver el caso.
PRESENTACIONES PROGRAMADAS
* 3 de agosto a las 19 horas en el centro cultural Santa María del Conde de Molina de Aragón (Guadalajara)
* 21 de agosto a las 19 horas en Plaza del Ayuntamiento de Alustante (Guadalajara)
«La intriga, si está bien enfocada, engancha al lector»
El Museo Municipal de Albacete acogió ayer la presentación de Lo que la mente esconde, de Gabriel Catalán López.
El Museo Municipal de Albacete acogió ayer la presentación de Lo que la mente esconde, de Gabriel Catalán López. El autor comentó a La Tribuna de Albacete algunos aspectos destacados de su segunda novela, que ya está en las librerías.
¿Una obra completamente distinta de Indigentes?
Es una novela completamente distinta a Indigentes, aunque en el fondo hay un problema social. Indigentes está basada en los problemas de la calle y es una persona la que cuenta su vida y la de 28 más que va conociendo y Lo que la mente esconde es una novela histórica y policiaca, donde el erotismo, la gastronomía y la psicología también juegan un papel importante.
En principio, ¿tres aspectos dispares que se reúnen?
Ten en cuenta que la novela se desarrolla entre 1903 y 1974 y la protagonista nace en plena posguerra, en 1943. La historia que le ocurre es difícil, porque enviuda muy joven, solo con 21 años y luego, a todos los hombres que se van enamorando de ella, los van asesinando. Desesperada de tantos asesinatos, emigra a Buenos Aires y es donde comienza la novela realmente.
¿Estructura inversa?
Es una novela escrita a la inversa, porque en Buenos Aires conoce a un pintor, que se enamora de Celia, pero ella lo rechaza por miedo a que lo maten. Bueno, él quiere conocer por qué es rechazado y le pide a Celia que le cuente su vida, entonces, ella describe su relación con cada uno de sus amantes y a la vez, relata la vida de su familia, que eran agricultores y de su difunto marido, que procedía de las minas de Sierra Menera.
¿El título ‘Lo que la mente esconde’, por esa vertiente más psicológica?
El aspecto psicológico es fundamental para resolver el caso de los asesinatos y posiblemente sea el origen de los males que persiguen a Celia. Hay muchas cosas recónditas en la mente.
¿Podemos decir que estamos ante un thriller?
Podríamos decir que estamos ante una novela negra y un thriller. Con la excusa de la novela negra, se aprovecha para contar parte de la historia de España y se relatan acontecimientos, básicamente, desde 1903, pero también de la Primera República, la dictadura de Miguel Primo de Rivera, Segunda República, o guerra civil, pero se cuentan otra serie de aspectos de la época, como la importancia que tenía la Sierra Menera, desde donde iba el hierro a la siderurgia del Puerto de Sagunto y también, por donde viaja la protagonista, se recoge como eran las duras labores de recolección de cereales en esos años.
¿Una novela terminada durante el confinamiento?
Estuve presentando Indigentes en muchos lugares, hasta que en marzo, la pandemia paralizó todo. Me centré en otra novela que estoy terminando, Mediterráneo azul, blanco y negro, pero después de leer una novela policiaca, El hombre inquieto, de Henning Mankell, vino el interés por escribir yo una novela policiaca y a finales de abril, en pleno confinamiento, empecé a escribir Lo que la mente esconde, y en nueve meses, más o menos, estaba terminada.
¿Qué tiene de especial ese género que atrae tanto?
El objetivo de la novela es enganchar al lector desde el primer momento y la intriga, si está bien enfocada, engancha al lector. A mí me enganchó escribiendo, buscando acontecimientos que la hicieran interesante, pero yo no quería una novela policiaca simplemente, la quería situar en un momento y lugar históricos.
¿Abre un camino al autor?
Es posible, aunque la que estoy terminando no tiene nada que ver con esta. Termino una que se centra de agosto de 2019 al verano del 2021, sobre una pareja, recientemente jubilados, enamorados del Mediterráneo.
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