jueves, 28 de enero de 2021

(entrada creada por Gabriel Catalán López/ gabrielcatalan1@hotmail.com)


28 de enero 2020

En julio del 2020 escuchaba que el gobierno había decidido no hacer controles con test a los turistas que llegan en avión, cuando eran cada vez más las voces que reclamaban los test en origen.
Hacía días que yo venía pidiendo test (PCR) en los días previos al desplazamiento ligado a emisión de billete (de avión, tren, autobús) y a quien se trasladase en vehículo privado presentándolo en el Ministerio del Interior.
Reconocía yo en julio el peso del turismo en la economía española pero si tuviéramos que volver al confinamiento (en julio comunicaban 60 puntos de rebrote y cierto confinamiento en zonas de Cataluña y Aragón), el colapso económico no tendría parangón y el incremento de infectados y muertos difícilmente podrían ser justificados por las autoridades políticas y sanitarias que tienen la facultad de tomar decisiones tan complicadas de proteger la salud a cambio de coartar la libertad la libertad de los ciudadanos.
Un acuerdo de test en origen en los 26 países que formamos el espacio Schengen no sería irrefutable, pero junto con el uso generalizado de las mascarillas cuando no podamos mantener la distancia mínima (incluso cuando estamos en bares y terrazas) y la continuada higiene, sería un reforzamiento imprescindible al cortafuegos de la expansión del virus.
Parece ser que el tiempo me ha dado la razón.

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